C.T.E. "Jesús Obrero"

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domingo, 24 de junio de 2012

La Articulación


LA ARTICULACIÓN

Articular bien, es pronunciar distintamente todas las consonantes.

Debe tenerse en cuenta que la lengua es el órgano que contribuye de modo más importante a la claridad de los sonidos de las palabras, porque aunque la boca tiene la apertura necesaria, los sonidos producidos no pueden modularse si la lengua permanece inactiva o se mueve con torpeza.

Los labios también son muy importantes para una pronunciación clara, si se dejan excesivamente relajados, el resultado es una serie de murmullos confusos, especialmente en los sonidos P B M F, que exigen una enérgica acción labial.

Articular bien, entre otras cosas, permite hacerse comprender claramente, incluso, cuando se habla en voz baja.



CUALIDADES DE LA ARTICULACIÓN

Claridad o nitidez: Es la primera cualidad de la articulación, debe accionarse correctamente el maxilar inferior, la lengua y los labios para lograr una dicción bien definida.

Ciertos hábitos viciosos que no se han corregido a tiempo, son los causantes de una defectuosa dicción. Es preciso hablar despacio para articular con claridad.

Intensidad: El factor que en mayor grado afecta la inteligibilidad, es probablemente el nivel sonoro de las palabras, que depende a su vez, por una parte, de la distancia entre el emisor y el receptor y por otra de la intensidad de los ruidos ambientales, ya que estos pueden enmascarar o debilitar los sonidos.

Una voz llega más lejos mientras más intensa es, cuanto más aguda es, porque la frecuencia de las vibraciones es mayor.

Flexibilidad: Un discurso puede perfectamente ser claro pero es posible que deje en quien lo escucha, una nebulosa sensación, que frustre de ese modo la comunicación.

Esto sucede cuando la voz carece de la flexibilidad necesaria para expresar significados finos y emocionales de los que por regla depende una pronunciación exacta y agradable.

¿Qué hacer para que las ideas centrales se destaquen sobre las demás?

Lógicamente, tener la flexibilidad necesaria y eso se logra haciendo uso de cualidades importantísimas como la velocidad, las pausas, el ritmo y el tono, elementos necesarios para dar claridad y vivacidad a la expresión oral.

Velocidad: la mayor parte de los que hablan con excesiva velocidad fatigan a quienes quisieran escucharle.

Otras en cambio, hablan con excesiva y desesperante lentitud.

¿A qué velocidad debe hablarse?

Se puede decir que se habla con mayor velocidad si se trata un tema superficial, que puede seguirse fácilmente, por el auditorio o de un tema suficientemente conocido.

Se habla con menor velocidad, cuando los oyentes están poco familiarizados con el asunto que se trata, o cuando el nivel intelectual de aquellos sea muy diverso.

En su mayoría, las personas hablan a una velocidad de 120 a 180 palabras por minutos, pero no es posible hacerlo a una velocidad uniforme.

Lo correcto es que la velocidad se ajuste al tipo de sentimientos o pensamientos que el orador trata de transmitir.

La rapidez en el hablar es un obstáculo para mejorar la dicción y corregir sus defectos, pero la lentitud por sí sola no resuelve ni siquiera la claridad.

Hay que hablar lentamente, pero con un ejercicio para frenar el impulso instintivo de correr, para acostumbrarse a utilizar más los músculos de la boca y dominarlos mejor.

Para adquirir el hábito de silabear y vocalizar, para que no se pierda una sola palabra en el camino. Pero una vez lograda una más clara vocalización, la velocidad ha de adecuarse al tema, al auditorio y al valor de las ideas que quieran destacarse.



DICCIÓN

Es la manera de pronunciación dentro de las condiciones que imponen las reglas gramaticales.

Demóstenes opinaba que la pronunciación es lo más importante, la misma debe ser clara y entendible.

El desconocimiento del idioma hace que cometamos muchos errores imperdonables.

Por tanto el buen locutor y el buen orador deben profundizar en el estudio y práctica de la ortología, que nos enseña la correcta pronunciación de las palabras.

Entonación:

Es el grado de elocución, inflexión y expresión de la voz alcanzada, para lograr una expresión oral de máxima calidad.